Imposible no existe

Esto es de hace unos dias, pero sigue vigente:
Llevábamos 2 días sin agua, por la mañana se fue también la luz. Habíamos sido matriculadas en el Máster: ¿Cómo pueden salir de sus chabolitas, ellas y sus hijos e hijas, tan limpias y repeinadas?, hoy hemos hecho el primer módulo. En el cul-de-sac que eufemísticamente llamamos ducha, a oscuras y con una botella de agua en la mano, he encontrado la solución, haciéndolo posible. Y puedo asegurar que esta mañana, primero la Vargas con pantalón bombacho negro y fantasía oriental en rojo pasión de blusa y yo de vestido salmón con falda en capas terminadas en picos hemos salido de casa dignas y limpias. Tranquis el pabellón sigue bien alto.
3 de enero de 2013